Fabricación de Resistencias
Las resistencias son componentes electrónicos fundamentales para controlar el flujo de corriente eléctrica en un circuito. Estos componentes pasivos, que no requieren de una fuente de energía externa para funcionar, están hechos generalmente de materiales como carbono, metal o materiales con alambre enrollado. Presentan una diversidad de formas y tamaños y se marcan con un código de colores o un valor numérico que indica su resistencia. La unidad de resistencia es el ohmio, simbolizado por la letra griega omega (Ω).
En los circuitos electrónicos, las resistencias se utilizan comúnmente para controlar el flujo de corriente, limitar la cantidad de corriente que fluye a través de un circuito y proporcionar una caída de voltaje específica. También se emplean para dividir el voltaje, generar calor y realizar otras funciones. En resumen, las resistencias son componentes esenciales en la electrónica y la ingeniería eléctrica, utilizándose en una amplia gama de aplicaciones en dispositivos como computadoras, televisores, radios y más.
Técnicas de Fabricación de Resistencias
Las resistencias se pueden fabricar mediante diversas técnicas, que incluyen:
- Deposición de película: Las resistencias de película metálica y película delgada se fabrican depositando una capa delgada de material resistivo sobre un sustrato cerámico mediante un proceso de deposición al vacío.
- Bobinado de alambre: Las resistencias bobinadas se crean enrollando un alambre resistivo alrededor de un núcleo cerámico o de fibra de vidrio utilizando máquinas de bobinado automatizadas.
- Composición de carbono: Las resistencias de composición de carbono se fabrican mezclando polvo de carbono con un material aglutinante, que luego se moldea en forma cilíndrica y se hornea.
- Película gruesa: Las resistencias de película gruesa se elaboran mediante la serigrafía de una capa espesa de material resistivo sobre un sustrato cerámico, seguido de un proceso de cocción en un horno de alta temperatura.
Una vez fabricadas las resistencias, pueden ser recortadas o ajustadas para lograr un valor de resistencia preciso mediante técnicas de recorte láser o mecánico. Luego, generalmente se les aplica una capa protectora para prevenir daños por factores ambientales como la humedad, la temperatura y la vibración.

